el centro de mi vida.

Un día una experimentada persona me dijo, después de una larga conversación, que siempre hay un motivo por el que vivir, por el que vale la pena seguir adelante.

Siempre he sido una persona, que me he podido preguntar mil y una cosas en mi vida, pero nunca esa, la de cual es el motivo por el que vivo.

Un amor? Digamos que nuca vivas por un amor con 18 años, no puede ser lo mas grande de tu vida, eso por lo que vives, por en esta edad, los nervios, los cambios de humor estan a flor de piel...

Unas amistades? Personas pasarán delante de ti, de las que unicamente te fijaras en diez o doce, con esos diez a doce, divertete, riete, sueña, imagina, sobretodo SONRÍE, y vive la vida al máximo sin que nada te de miedo. Viviendo así con ellos, te darás cuenta que ellos pueden llegar a ser la alegria de tu vida, tus hermanos, pero realmente son el centro?

La familia? Pueden ser 5, o incluso 20 personas de una misma familia, pero los que cuentan son los mas allegados a ti, ellos siempre van a estar ahí, dandote el brazo cuando tu pides que te echen una mano, ellos lo dan todo por ti, porque de ellos desciendes.


Pero después de todo esto...sigo pensando que cual es el centro de mi vida, digamos que si siempre sonrio el centro de mi vida tienen que ser mis amigos? Pero tambien si eres feliz con una persona a la que quiero sonries, y con tu familia, que decir con ellos, siempre van a estar ahí apoyandote, sacandote mil y una sonrisas...


Llegados a este punto, diré que...lo unico que vale es la sonrisa que te pueda proporcionar tu alrededor, no importa quien sean, simplemente hay que disfrutar de esa compañia...

y asi... SERÁS FELIZ!

e despertó sin ayuda del despertador, solamente con la luz del sol que entraba a través de la ventana.
Miró el cuarto impersonal, y esperó que alguien viniera a levantarla de la cama, cuando oyó buenos días, ni siquiera se dignó a contestar.

Cada día era lo mismo, la misma rutina, la sentaban a la mesa para desayunar, comer, cenar, y veía sobre el mantel los cubiertos, que ya no sabía como utilizarlos, la verdad es que tampoco se esforzaba en hacerlo.

Luego la sentaban en una sala grande, con la tele encendida, y veía sin ver a diferente gente, llegar, irse, algunos le hablaban, otros no le decían nada, o eso le parecía, porque a veces se plantaban delante y le decían algunas cosas, pero ya ni se molestaba en responder.

No es que estuviese enfadado, ni molesto, ni es que fuera una persona extraña, hace tiempo que el mundo interior, le pareció más atractivo que el del exterior, hace tiempo que las palabras dejaron de tener sentido, las conversaciones le aburrían, y los libros ya no le interesaban.

Pero, tenía su mundo interior, en el que no había límites, ni trabas, y en donde vivía aventuras, resolvía enigmas, viajaba a lugares donde no había estado nunca.

Que importaba si no se acordaba ni del día, ni del mes, ni del año que vivía, si ya había conseguido la eternidad...




PD: NADA CAMBIA =/